Torrente 5, nominada al Óscar.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

      Esta noticia causó, en primer lugar, asombro entre nuestros entrevistados. Posteriormente manifestaron que no les gustaba tal decisión y que preferirían que hubiera sido escogida otra película como representación española. Esto nos lleva a preguntarnos cómo es posible que una de las películas españolas más taquilleras del año disguste tanto en una gala tan prestigiosa. La respuesta puede residir precisamente en eso, en que la saga “Torrente” solo puede tener cabida en el contexto español, puesto que sus bromas y humor absurdo y tosco aluden a situaciones vividas actualmente en la península.

 

      Sin embargo, ¿por qué causa tanto espanto a los españoles que sea esta película una de las elegidas, si al fin y al cabo es una representación de nuestro país? Esta cuestión se responde del mismo modo; y es que, Torrente intenta representar el prototipo satírico del hombre español, imagen que los españoles -al parecer- no quieren mostrar fuera de nuestras fronteras, porque puede ser motivo de burla o de creación de más chistes de los que ya hay actualmente sobre nosotros. En definitiva, que “las cosas de casa se barran en casa”. De este modo, los españoles tratan de mostrar una imagen mejor de nosotros mismos y de nuestro país a las demás naciones, por lo que nuestros entrevistados confesaron que preferirían que hubiera sido otra película la escogida, como “El niño” o “Vivir es fácil con los ojos cerrados”.

 

      Esta experiencia nos ha llevado a preguntarnos qué ocurriría si en realidad esta noticia fuese cierta. Creemos que a la gente le extrañaría en principio, pero que despertaría un orgullo generalizado al ver una película española en una ceremonía de tal calibre, a pesar de ser "Torrente". También opinamos que habría mucha gente a la que está decisión le defraudaría y se preguntaría si en realidad no se hacen mejores películas en nuestro país que puedan representar mejor nuestra cultura.

 

      Eso sí, lo contento que estaría Santiago Segura no se pagaría con dinero...